miércoles, 30 de marzo de 2011

Mercosur: 20 años después


 


Especial del CP Marcelo Bondoni
Eglobal Argentina – Economía & Finanzas

Logros y desafíos para la Unión Aduanera.

La firma del tratado de integración, cooperación y desarrollo entre Argentina y Brasil en 1985 bajo la presidencia del Dr Raúl Alfonsín fue la piedra basal de lo que unos años más tarde se conocería como MERCOSUR.

A mediados de la década de los `80, Argentina y Brasil presentaban coincidencias en cuanto a las necesidades derivadas de su presente institucional y de su inserción internacional.

El proceso derivó en la incorporación de dos nuevos socios, como lo son Paraguay y Uruguay, a la conformación de una unión aduanera, con el objetivo posterior de que la misma evolucionara naturalmente hacia un mercado común.

Pero, ¿cuáles eran específicamente las ventajas que les presentaría a sus socios la conformación del MERCOSUR?: Ante todo, hay que tener en cuenta que las condiciones iniciales de cada país eran muy distintas a las actuales, sobre todo las de los socios más grandes: Argentina y Brasil.

Para la industria brasilera, el acceso diferencial al mercado argentino significaba poder acercar sus productos a un conjunto de consumidores con un poder de compra marcadamente superior al del resto de los países de Sudamérica. Adicionalmente, el aumento de la escala productiva le permitiría seguir acrecentando su competitividad.

La integración comercial con un socio como Brasil, le abría a la Argentina las puertas a un mercado de más de 140 millones de personas, aunque con un nivel de ingresos menor al local. Si bien desde el principio existieron excepciones al ingreso de ciertos productos en los distintos acuerdos comerciales (como el azúcar), se registraron avances muy importantes en otros sectores.

Distintos matices tuvieron los socios menores para buscar una integración económica con Argentina y Brasil. Un acuerdo de integración económica significaba para Paraguay una oportunidad única a la hora de incentivar su producción, principalmente si podía establecer que se implementen ciertos tratos diferenciados con su economía.

La situación de Uruguay, por otro lado, era marcadamente diferente. Para empezar, su aparato productivo era más heterogéneo que el paraguayo. Su inserción comercial con el mundo (como productor de materias primas) estaba mucho más desarrollada a causa de su acceso al mar; y por último, ya existían acuerdos bilaterales firmados con los demás socios del Mercosur.

El principal interés que representaba un acuerdo de integración económica para Uruguay pasaba por el atractivo que generaba, a la hora de atraer inversiones extranjeras y el acceso sin restricciones a un potencial mercado de 140 millones de habitantes.

En un primer momento el comercio intrazona creció fuertemente, para mermar su nivel de crecimiento en los últimos años, debido al fuerte aumento del mercado extrazona. Por ello de cara al futuro está la duda si podrá recomponerse la participación del mercado que hubo entre los países miembro a principios de los años 90.


FUENTE: abeceb.com

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